Al final resulta que tenemos algo en común los grandes fichajes del mundo financiero y la humilde gente de a pie: nos aseguran las mismas compañías y nos avalan los mismos bancos. Aunque claro, pobres de nosotros no en las mismas condiciones.
El protagonismo estos últimos días ha sido para el caso de las tarjetas Black. No es poco, teniendo en cuenta que tenemos que hacer malabarismos con otros casos como el de los papeles de Bárcenas, la imputación de la hija favorita del rey, el caso Bankia o el ya poco recordado Gürtel, y claro, encontrar hueco entre tanto asunto cuesta.